Conoce algunas curiosidades del desarrollo
Somos la primera marca que tiene dos tejidos de esparadrapo de escalada diferentes. ¿Por qué llegamos a esta conclusión? ¿Cómo lo hemos hecho?
El objetivo
Después de habernos hecho un hueco como especialistas en cuidado de manos con TACO y con MOJO, nos propusimos seguir solucionando problemas que nos surgían a nosotros y a más gente del Colectivo.
No tardamos mucho en decidir que nuestro próximo proyecto iba a ser el desarrollo de un esparadrapo que cumpliera mejor su función, aguantando el máximo posible y aportando estabilidad pero sin empeorar el tacto ni la adherencia. De hecho, esas dos fueron las variables de estudio principales cuando comenzamos el prototipado.
Primeros diseños del tejido (izquierda) y últimos prototipos (derecha)
El desarrollo
Después de hacer varios prototipos y de pasar los primeros filtros con tests por parte del Colectivo, empezamos a hacer encuestas a escaladores de todos los niveles y disciplinas. Gracias a ello, descubrimos que el esparadrapo perfecto no existe.
Por ejemplo, en algunos casos los testers priorizaban la resistencia porque escalaban en una roca más abrasiva o en fisura; mientras que en otros casos se prefería priorizar la sensibilidad por necesitar todo el tacto posible en un bloque.
Estos ejemplos y muchos otros nos llevaron a una conclusión: no existe el esparadrapo pefecto para todos los tipos de escalada, roca, lesiones articulares o heridas en la piel, pero tener un tipo de tejido y una medida concreta para cada situación es lo más parecido.
Gracias a ese hallazgo, decidimos tener dos tejidos para cumplir con las expectativas de la mayor parte de los escaladores:
- sense: mayor sensibilidad
- power: mayor resistencia
Además nos encontramos otras necesidades que a su vez plantearon nuevos retos, como la de encontrar un adhesivo suficientemente fuerte que no deje residuos en la piel, o la de un packaging reutilizable que proteja el producto y que a la vez impacte lo menos posible en el medio ambiente.
Primer diseño de las cajas (izquierda) y prototipo en papel (derecha)
Nos costó tomar la decisión de que fuera en cartón, así como encontrar un fabricante que no pusiera una película de plástico que lo recubriera. Planteamos una caja de aluminio u otro material que a priori sea reutilizable, pero siéndonos sinceros, lo más probable es que fuera a terminar en la basura. La circularidad de los metales es mucho mejor que la de los plásticos, pero optamos por el cartón porque así nos cubríamos frente a los usuarios que no fueran a tirarlo a una basura de reciclaje. Sigue siendo un residuo, pero sin duda es menos malo que las otras alternativas que he descrito previamente.
La pega de un embalaje reutilizable de cartón es que en uso aguanta menos, apareciendo rayones desde el principio, pero tenemos que ver esto como una virtud, ya que implica que su degradación es mucho más rápida.
Tejido power sin adhesivo (izquierda) y esparadrapo sense esperando a ser cortado (derecha)
El resultado
No fue fácil, pero después de muchos quebraderos de cabeza, conseguimos lo que nos proponíamos: un nuevo concepto de esparadrapo con dos tejidos que se adaptan mejor a los diferentes tipos de escalada, roca, lesiones articulares o heridas en la piel.
Seguimos trabajando duro para desarrollar productos que nos hagan disfrutar más de la escalada, gracias por apoyarnos!
